Cuando tenemos una dolencia física, es lógico pensar que tenemos que ir al médico para encontrar la causa y la solución a esa problemática, pues debería ser igual de natural, pensar en ir al psicólogo ante una situación de malestar emocional que comienza a sobrepasarnos.
A lo largo de nuestra trayectoria vital pueden aparecer circunstancias y dificultades que comprometen nuestro bienestar:
- Duelos.
- Problemas de pareja o entorno familiar.
- Cambio en nuestro estado anímico.
- Problemas personales.
- Baja autoestima o depresión.
- Ansiedad.
- Falta de habilidades sociales.
- Desórdenes alimentarios.
- Problemas de satisfacción corporal.
- Fobias o miedos.
- …
Como ves, la terapia psicológica puede abarcar multitud de problemáticas. Puede ser una circunstancia específica, como distintos trastornos. Si tu problema llega a entorpecer tu calidad de vida, es razón suficiente para buscar ayuda psicológica.
Todos los seres humanos, en algún momento de nuestra vida necesitamos ser acompañados y tener un asesoramiento psicológico oportuno al caso, ¡no estás solo/a!
La psicología es una disciplina científica, esto quiere decir que debe contar con profesionales muy bien formados y en continua actualización profesional, como son nuestros profesionales. Dentro de la psicología, encontramos la psicología clínica que tiene como finalidad la evaluación, diagnóstico, tratamiento, resolución y prevención de los problemas de salud mental, emocional y de conducta.
El psicólogo, tiene la capacidad de trabajar sobre las emociones, pensamientos y conductas, ya que conoce el funcionamiento de estos procesos, y puede otorgar al paciente distintos recursos y habilidades para mejorar su problemática.
Para que lo entiendas un poco mejor, te dejamos algunos beneficios que se pueden obtener tras la terapia psicológica:
- Te sentirás mejor emocionalmente, ya que cuentas con una figura segura y de confianza a la que contarle tus inquietudes y dificultades.
- Nuestro equipo, te puede ofrecer herramientas con las que puedes encontrarte mejor día a día. Los conflictos forman parte de la vida, debemos naturalizarlos y que se conviertan en una fuente de aprendizaje.
- Puedes no sentir tener un problema específico, pero sientes estar bajo una crisis existencial, donde quieres cambiar el rumbo de tu vida. Con la ayuda de un psicólogo, esto es mucho más fácil, ya que puede ayudarte a conocerte mejor y dirigirte hacia tus verdaderas necesidades.
- Muchas veces, nuestra manera de relacionarnos con el mundo y con nosotros mismos, puede generarnos malestar, debido a que podemos tener creencias limitantes en torno a lo que nos rodea, por eso, dedicarle tiempo a observar estas creencias, te permite mejorar en tu contexto de vida.
- Contar con un entorno seguro, honesto y confidencial, te brinda la posibilidad de hablar sin tapujos e ir al núcleo central del problema.
- En algunos trastornos de conducta alimentaria como la anorexia o bulimia, depresión, ansiedad, duelos o distintos trastornos mentales, deben contar con la figura del psicólogo, para lograr reducir su impacto y encontrar la recuperación mediante el tratamiento personalizado y oportuno, a cada caso y problema.
PASO 1: Primera visita
Se trata de una visita enfocada en la evaluación. Es importante en esta sesión conocer tu historia vital, historia del conflicto y cómo está repercutiendo en tu día a día. Así, podremos elaborar una hoja de ruta y primeros pasos hacia tu mejora.
Esta sesión es especial, ya que también, uno de los objetivos es establecer un vínculo terapéutico. El vínculo terapéutico o alianza terapéutica es el punto de encuentro entre terapeuta y paciente donde se establecen las bases de la confianza y entendimiento entre ambos.
Este vínculo, puede llegar a predecir el éxito de una terapia, por eso, nuestro principal objetivo, es que en esta sesión te encuentres cómodo y nos cuentes con detalle tu caso.
Es importante al menos al principio que la frecuencia entre sesiones no sea excesivamente amplia, pero tú, serás quien marque el ritmo de las sesiones.
PASO 2: Sesiones de seguimiento
Puede variar mucho, entre unas personas y otras, y, sobre todo, entre unos casos y otros. Cada persona establecerá el ritmo de las sesiones, porque depende de su experiencia, nuevas circunstancias y problemática.
En algunas sesiones se puede trabajar más con el pasado y experiencias traumáticas de la persona para llegar a lidiar y cerrar con ciertas situaciones, y en otras, pueden enfocarse más al tiempo presente y consecución de objetivos propuestos en sesiones.
Buscaremos la hoja de ruta con la que más cómodo y mejores resultados obtengas.
Nos importa tu bienestar, ¡cuenta con nosotras!