Sí, no nos hemos equivocado con lo que estamos diciendo. La necesidad de acudir al psicólogo se hace mucho más evidente cuando estamos pasando por un momento complicado o notamos que algo no va bien, pero la realidad es que también se puede ir a terapia cuando no necesitamos ir a terapia, es decir, se puede acudir sin que haya algo “malo” en nuestra vida.
¿Qué es la terapia psicológica?
Aunque en la actualidad existe una mayor conciencia de la importancia de tener una buena salud mental, aún queda mucho camino por hacer y existen creencias erróneas al respecto acerca de la psicología.
La psicología es una disciplina con evidencia científica validada en la que se puede trabajar desde diferentes modelos. Lo cual, es importante conocer o informarse de ello en caso de querer acudir a terapia ya que nos podemos sentir más a gusto con unos que con otros según nuestra forma de ser o nuestra demanda.
¿Cómo se desarrolla el proceso?
El proceso terapéutico suele desarrollarse a través de diferentes etapas o fases, es por ello que, esos cambios que buscamos no se dan de un día para otro, sino que se van construyendo. Y se construyen tanto en las diferentes sesiones como en lo que hacemos entre una sesión y otra.
Las diferentes etapas o fases:
1.Evaluación.
En esta parte del proceso la psicóloga podrá utilizar diferentes herramientas (entrevista, cuestionarios, registros…) para conocerte mejor a ti y ver cuál es la manera más idónea de ayudarte a resolver la problemática o cómo podemos mejorar en diferentes aspectos de nuestra vida.
2.Explicación de hipótesis y establecimiento de objetivos.
Una vez recabada toda la información necesaria, se explica al paciente el origen y que es lo que está manteniendo el problema. Si no se acude por un problema específico, el trabajo se centrará en explicar qué es aquello que se puede mejorar y/o potenciar.
Por otra parte, también se realiza un establecimiento de objetivos consensuados, sobre los cuales versará el itinerario a seguir en las sesiones de intervención.
3.Intervención.
Ahora sí que ya toca ponerse a trabajar, a trabajar en el cambio y en lo que queremos conseguir. Es cosa de dos, terapeuta y paciente. En esta fase se proporcionan técnicas, herramientas, estrategias… orientadas a solucionar el “problema” (recordemos que puede no haber un problema entendido como tal).
4.Cierre.
El proceso terapéutico también tiene un final. Un final que hay que preparar para que el paciente pueda ser totalmente independiente. Todo ello se lleva a cabo de una manera paulatina.
¿Qué nos puede aportar?
Como decíamos al principio, para ir a terapia psicológica, no necesitas ir a terapia. Y es que el proceso terapéutico nos puede aportar numerosos beneficios, aunque no tengamos una problemática en concreto, por ejemplo:
- Es un espacio, un espacio seguro para expresar cómo te sientes y sentirte validada. Nada de juicios.
- Te ayudará a identificar, entender y modificar creencias o conductas limitantes.
- No hay recetas mágicas, pero sí técnicas, herramientas, estrategias, recursos…
- Autoconocimiento y empoderamiento.
En el Centro de Nutrición Laura Jorge, tenemos profesional cualificado para ayudarte, ya que cada caso, cada historia, tiene matices que deben ser trabajados de manera mucho más personalizada.
Estamos deseando conocer tu caso y poder ayudarte. Ponte en contacto con nosotras para que podamos asesorarte más acerca desde el servicio de psicología.
¡Nos vemos muy pronto y feliz día!