En septiembre ya es bien conocida la frase “empiezo la dieta” y todo el mundo busca bajar los kilos ganados durante las vacaciones. Sabemos que septiembre está ahí y nos sirve de justificante durante el verano para hacer lo que realmente nos plazca (helado, alcohol, comida procesada, refrescos, atracones…) sin sentimientos de culpa, ya que luego le pondremos “remedio”. Después, vendrán las navidades, las pascuas y corre que no llegas al verano próximo para lucir “tipazo”, realizas una dieta que te haga perder 6kg en dos semanas y como acabas harta de ella y has bajado algunos kilos, nos preparamos para cogerlos otra vez durante el verano…, que septiembre está ahí, donde siempre!!
¿Estás «siempre a dieta»?
Mucha gente en consulta nos comenta que “están siempre a dieta”, pero eso no es realmente verdad. Lo que ocurre en la realidad es que realizan una «dieta» de mantenimiento o hipercalórica, creyendo incluso estar realizando una dieta estricta (que sí, pero solo a ratos). Por culpa de este hecho, nuestro peso corporal es una montaña rusa, un suceso muy peligroso ya que presenta multitud de complicaciones físicas y mentales.
Al final, estamos más tiempo disconformes con nuestro físico, y la alimentación acaba tomando el control sobre nosotros. Las dietas acaban por no resultar ser tan efectivas como al principio y nos introducimos en un ciclo que comienza con una restricción estricta y acaba con atracones.
Te invito a que reflexiones los siguientes puntos y empiezas a tomar la fiel decisión de cambiar, pero esta vez de una manera diferente, de una manera que sea respetuosa contigo:
- Pregúntate, ¿para qué quieres hacer dieta? Y si la respuesta que sólo se te ocurre es bajar de peso, no vas a tener la motivación suficiente para seguir con ello de manera saludable. Busca en tus respuestas el autocuidado y deja en un segundo plano lo estético.
- No interpretes la palabra dieta en términos de temporalidad con un principio y fin o como un castigo previo al atracón, busca aprender y encontrar una adherencia en tu nuevo estilo de vida y que te ayude a sentirte bien contigo mismo sin posteriores sentimientos de culpa. Proponte cambios realistas y diseñados especialmente para ti, para tu día a día.
- El ejercicio debe ser tu nuevo aliado. Delegar el éxito del tratamiento sólo en la comida es un error, existen más factores que nos ayudan a conseguir nuestros objetivos y todo suma. No solo cambiarás un estilo alimentario, sino también un estilo de vida.
- Si sientes que cada año fracasas en el intento, quizás es hora de que hagas cosas distintas para conseguir cosas diferentes. Plantéate esta vez contar con la ayuda de un profesional cualificado y ético, que, aunque suena mal “prefiere no saber de ti una vez acabado el tratamiento ya que no necesitas contar de nuevo con sus servicios, porque durante el proceso has conseguido las herramientas necesarias para mantener tus resultados a largo plazo. Sólo querrá saber sobre tus nuevos progresos”
El objetivo de esta nueva entrada al blog, va dirigido a que digas “sí” a tu nuevo cambio, que, de ser así, ya es un gran paso. Posteriormente, te ofreceremos algunos consejos a nivel psiconutricional para dar tus primeros pasos. Si necesitas saber más, puedes llamarnos y solicitar consulta con nuestro equipo.
¡Nos vemos pronto!
Raquel L. Rubio