¡Hola de nuevo! Para todos aquellos papás que están sumergidos en el mundo de la alimentación complementaria sabrán que la toma de cereales suele ser una de las primeras recomendaciones que podrán recibir de su pediatra a la hora de comenzar con la diversificación de la alimentación del bebé (recomendada alrededor de los 6 meses).
Es muy habitual recibir de manos del enfermero de pediatría o del mismo pediatra una hoja con información relativa a cómo comenzar con la alimentación complementaria. Pero, siempre suele aparecer lo que los nutricionistas infantiles tanto tememos: los polvitos para meterlos en el biberón como sistema de introducción de cereales, además de galletas, potitos y una larga lista de productos “baby” que dejan mucho que desear.
Ahora bien, esto para un niño que toma fórmula podría ser una opción en caso de que los papás estén de acuerdo teniendo toda la información, claro está, pero… Y si mi hijo no toma biberón ¿Dónde los meto? ¿Acaso tengo que extraerme leche y meter ahí los polvitos? ¿Acaso no hay más alternativas? ¿Están recomendados estos preparados?
El uso de estos cereales está muy extendido desde hace años, de hecho, a cualquier persona de mediana edad a quien se pregunte sabría decirte perfectamente qué son y que los han utilizado con sus propios hijos.
Pues bien, sabemos que estos preparados no son lo más recomendable ya que los cereales que contienen están prácticamente deshechos, lo que llamaos hidrolizados, por lo que el bebé no realiza prácticamente ninguna función para su digestión, simplemente se absorben y pasan a la sangre. Además, la mayoría de ellos cuenta con dextrinas y/o maltodextrinas, lo que endulza los preparados de forma artificial para generar aceptación por parte y niño y comenzar así un proceso de fidelización.
¿Acaso es esto comer cereales? La respuesta es clara: NO. El hombre no ha llegado hasta donde está tomando así los cereales, en forma de polvo, por tanto, este estilo de introducción de cereales es totalmente innecesario habiendo otras formas más realistas de hacerlo y, sobre todo, más prácticas para los papás y más gustosas para los niños.
¿Cómo podemos ofrecer cereales?
¡Muy fácil! Vamos a ver qué tipo de cereales son los que tenemos en el mercado y cuáles son plenamente aptos (en principio lo serán todos a no ser que el alergólogo o gastropediatra pueda descartar alguno de ellos por sufrir alguna reacción cruzada o alergia), además de ver cómo los podemos introducir en AC
- Arroz. Entero cocido, sémola, harina de arroz (galletas) o triturado.
- Maíz. Harina de maíz para un bizcocho o un rebozado o en forma de polenta.
- Centeno. Como pan untado con tomate natural o como harina para unos creps.
- Avena. Podemos ofrecer un porridge con leche vegetal o como harina para unas tortitas.
- Trigo – pan/pasta/harinas y derivados-. Podemos ofrecer pasta de gran tamaño que los niños puedan agarrar, su harina integral para unas galletas de coco y la harina para unas croquetas.
- Quinoa. Se pueden ofrecer unas croquetas de coliflor y quinoa o triturarse
- Sorgo, mijo y amaranto. Son cereales poco conocidos pero que también pueden ofrecerse en guisos, albóndigas o con croquetas.
- Trigo sarraceno. Puede usarse tanto su harina como su pasta.
- Espelta. Variedad de trigo que puede usarse tanto como harinas para la base de una magdalena saludable como para pan.
- Teff. Puede adicionarse a una crema para elevar su densidad energética.
- Cebada. Su forma perlada es la más conocida. También puede adquirirse en forma de copos que, remojados con bebida vegetal, puede ser una magnífica merienda.
Puede que muchos de ellos te suenen y otros no, pero todos ellos muestran un interés nutricional y todos ellos podemos comenzar a introducirlos desde los 6m y no, NO HAY QUE DESCARTAR LOS CEREALES CON GLUTEN PORQUE DESDE HACE YA TIEMPO LA OMS RECOMIENDA QUE LA INTRODUCCIÓN DE CEREALES SEA CON GLUTEN (el no hacerlo así no evitará la aparición de una celiaquía, si no que retrasará su diagnóstico de forma temprana).
Cómo has podido comprobar, el uso de los cereales en su forma natural o tras pasar por un proceso de cocinado y/o elaboración presenta muchos más beneficios nutricionales, ya que aportará de forma íntegra todos los minerales, vitaminas, fibras y oligoelementos que nuestro peque necesita. Ya sea en su forma sólida o con la ayuda de una trituradora/tenedor.
Nos gustaría resarcir como punto final que, el ofrecer estos alimentos de forma entera y de fácil manipulación y masticación para nuestro hijo le proporcionará más autonomía, mejor desarrollo motor y visual, capacidad para detectar sabores, desarrollo de preferencias, mayor índice de agrado, mayor libertad para comer y parar cuando esté saciado, mayor seguridad y confianza en nuestro peque…
Si estás a punto de comenzar con la alimentación complementaria y el baby led weaning (BLW/BLISS), te animamos a que conozcas nuestro programa de acompañamiento de BLW. Nuestro equipo de nutricionistas infantiles, te acompañará, guiará y ayudará con la alimentación de tu peque.
Sonia González