Hola a todos,
A cuántos de vosotros os resuena la frase “El lunes empiezo”, seguro que a más de uno. Es una frase muy normalizada en la sociedad (no viene de la nada).
En el campo de la nutrición, y concretamente en un proceso de pérdida de peso o de elaboración de una dieta, es algo que se suele usar como recurso a “me he saltado la dieta”, y como solución a ello y para evitar la culpa, a nuestro cerebro se le ocurre la gran idea de decirnos “el lunes empiezo, hoy todo vale”.
Por lo tanto, teniendo en cuenta lo anterior, entendemos que “el lunes empiezo” tiene la función positiva de evitar sentirnos culpables por no hacer las cosas como teníamos esperado y nos da licencia para evitar poner atención y no seguir con nuestra mejora de hábitos ya que todo vale “porque ya la he liado”. Pero, seamos racionales y vamos a mirarlo desde fuera, ¿esto nos ayuda a dirigirnos hacia dónde queremos ir? ¿te hace sentir bien el uso de esta frase?
Hay que analizar las causas del uso de esta frase, para entender porqué está enquistada en nuestras vidas:
- Como hemos dicho, tiene una función positiva porque elimina el malestar que ocasiona no cumplir con nuestras expectativas. Por lo tanto, esto es un refuerzo negativo, se usará en más ocasiones porque nos elimina un dolor o malestar.
- También, hemos comentado que produce un placer el dejar a un lado lo que se ha establecido y “ya todo vale”. Un placer a muy corto plazo la sensación de comer de manera irrefrenable porque a largo plazo no siguen esas mismas sensaciones.
- ¿Qué me lleva a tener que justificarme para comer? Esta frase no es más que una excusa para permitirte comer de una determinada manera, por no ser capaz de modificar lo que habíamos establecido (ej. “no puedo cenar lo que pone en la pauta, ceno cualquier cosa”) pero, ¿perder el control es realmente lo que quieres hacer? ¿no existe un punto intermedio para acabar no teniendo culpa?
- Quizás, tengas que revisar tus objetivos y realmente reestructurar lo que buscas. La perfección es un arma letal que te lleva a una dirección contraria de la que necesitas realmente. No te haría falta una excusa, si realmente contemplaras la flexibilidad en tus hábitos.
Conociendo, qué lo causa y qué lo mantiene, qué es lo que podrías hacer:
- Re-diseña tu proceso de cambio y encuentra un punto de equilibrio donde tus valores y hábitos estén en sintonía. No es lógico que pretendas hacer una pauta al 100% o comer sano siempre, ya que esto no es sano a nivel mental.
- Valora los grises. No es lo mismo saborear dos galletas que comer impulsivamente un paquete de galletas, siempre puedes comer más consciente y disfrutar de ese proceso. El problema es que no contemples que pueden apetecerte unas galletas y no te permitas en alguna ocasión saborearlas.
- Haz una lista de todas tus excusas y cuestiónalas.
- Ejemplo 1: “El lunes empiezo” á “Hoy puedo ya mejorar. Puedo aprender a comer más despacio y consciente en esta situación, lo que me ayudará a sentirme mejor luego”
- Ejemplo 2: “Como no puedo hacerlo perfecto, ya da igual” á “La perfección no existe, ¿cómo puedo hoy mejorar? Voy a buscar verdura en este menú, voy a gestionar la cantidad, voy a reducir el alcohol, voy a intentar buscar la saciedad…”
- Permítete no cumplir con lo esperado, y así, no necesitarás excusas y justificaciones.
Por lo tanto, a partir de ahora, no empiezas ni un lunes ni un martes ni un… desde hoy empiezas con el equilibrio y el cariño hacia ti. Desde hoy te permites mejorar, fallar, caer, levantarte, aprender… te permites ser humano.
¡Si las excusas son un problema para ti, ¡podemos ayudarte!
¡Nos vemos pronto!
Centro de Nutrición Laura Jorge