¿Dudas que las clases de Yoga sean para ti?
¿Alguna vez has tenido la sensación de no tener tiempo para ti? ¿Qué has dejado de ser una prioridad? ¿sientes que vives con el acelerador y vas corriendo de un sitio a otro, con el piloto automático?
Hoy en día uno de los principales problemas de salud en nuestra sociedad es el estrés, y todas las consecuencias que derivan de él (irritabilidad, problemas gastrointestinales, insomnio, cansancio, dolor de cabeza, desajustes hormonales…). Además, nadie nos enseña desde que somos pequeños a lidiar con él, por lo que crecemos acostumbrándonos a él y a aceptar que es algo normal. Yo antes era una persona rígida, súper disciplinada, exigente, intentaba llegar a todo lo que mi entorno me demandaba, lo que me causaba sensación de angustia constante. El yoga llegó un día a mi vida y me cambió por completo.
Habrás escuchado que esta disciplina milenaria tiene múltiples beneficios para nuestro cuerpo:
- Ganamos flexibilidad
- Potenciamos la fuerza muscular
- Mejoramos la higiene postural
- Activamos nuestro sistema nervioso parasimpático (el que se encarga de la
relajación). - Trabajamos el equilibrio
Pero, ¿cómo se traduce este trabajo del cuerpo a los beneficios mentales y emocionales? El yoga nos ayuda a mover la energía, a expresarnos, a gestionar nuestras emociones, a respirar de manera adecuada. En pocas clases notamos mejorías porque el cuerpo y la mente son muy agradecidos con esta actividad.
Y para mí, lo más importante: ayudamos a la mente a bajar las revoluciones, y a dedicarnos un ratito a nosotros/as mismos/as. Como un regalo de autocuidado y mimos. Además, todo lo que trabajamos en clase, podemos aplicarlos luego a nuestro día a día.
Al trabajar la flexibilidad, conseguimos que nuestra mente sea también menos rígida, empezamos a confiar en nosotros dando espacio a nuestro cuerpo y pulmones cuando respiramos, tomamos conciencia de la importancia del papel activo para cuidar de nuestra propia salud, aprendemos que el equilibrio no es siempre constante (y depende de cómo me encuentro a nivel emocional), observamos que para poder cuidar de otras personas, primero debo cuidarme yo.
Cuerpo y mente son uno, y encontrar el balance para cuidar ambos, es cuidar de nuestra salud para ganar calidad de vida y bienestar.
Por ello, surgió la idea de empezar con las clases de yoga en el Centro de Nutrición Laura Jorge, ya que consideramos que es una actividad ideal para seguir y unirte a la filosofía #comesanoyvivesano. Empezamos ahora en Octubre, los lunes y miércoles en horario de 19 a 20h.
Si necesitas más información, ¡escríbenos! Las plazas son muy limitadas y algunas ya están reservadas, por lo que no quiero que te quedes sin la tuya.
¡Espero que te animes a cuidarte conmigo!