Tras la vuelta de vacaciones sois muchos los que me habéis comentado que tenéis “ansiedad por la comida” al retomar la dieta.
¿Por qué tengo ansiedad por la comida?
- Descontrol de horarios en las comidas durante el verano.
- Puede ser que en la dieta veraniega hayáis abusado más de las grasas y dulces, y hayáis tenido una ingesta insuficiente de vitaminas, sales minerales, etc…, los cuales son necesarios para el buen funcionamiento del sistema nervioso.
- Comidas más abundantes, con lo que habéis podido hacer el estómago “más grande”.
¡Qué no cunda el pánico! En unos días y con estas pautas, ¡todo solucionado!:
- Distinguir entre sensación de “ansiedad” y hambre. Si la dieta es equilibrada y tiene todos los nutrientes que necesitáis, no tenéis por qué tener hambre, esa ansiedad es la dichosa “gulilla” que en unos días pasará.
- Respetar los horarios de las comidas, no saltarse ninguna comida.
- Comer sentado en la mesa, de un modo tranquilo y ordenado (sin mezclar platos).
- Retirar la fuente de la mesa después de servirse.
- Levantarse de la mesa en el momento en que se ha terminado de comer.
- Planificar los menús con tiempo para poder prepararlos adecuadamente.
- Hacer la compra con una lista planificada, y así evitar comprar cosas innecesarias.
- No comprar ni cocinar cuando se tiene hambre.
- Preparar una lista de actividades. Realizar esas actividades cuando os sintáis ansiosos por comer.
- Aprender a relajarse para evitar tensiones que crean primero ansiedad y conducen luego a la sobreingesta.
Si aún así necesitas ayuda, puedes pedir cita con nosotras, ¡te esperamos con los brazos abiertos!
Equipo LJ